Dentro del casco encontró los guantes, pero no las llaves. Rebuscó en los bolsillos, en el cajón, por encima de la mesa: nada. Salió a la calle. Al doblar la esquina, entre la fachada y una tubería, el llavero. La moto, a 5 metros, tal y como la dejó.
Arrancó y se fue a casa.
3 comentarios:
Idea copiada de Segundo Cajón (y de La lucidez duele). Siempre menos de 250 caracteres. Es la regla.
Otro más, bien bien. Ahora voy a mirar los vídeos que ha puesto en el post de arriba y así comprender esa fijación suya.
No les haga usted demasiado caso a esos vídeos. Son muy antiguos.
Estoy pensando que hace cien años estas situaciones se solucionaban con una guerra como Dios manda o una epidemia de las buenas.
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