Tendría entre 30 y 40 años. Estaba en la acera, tecleaba en su móvil y lloraba como si hubiera muerto su hijo, como si acabara de perder un gran amor. Me quedé mirándola. Cruzó la calle hacia un coche, habló con el conductor y subió.
Como si su chulo la hubiera abandonado.
Como si su chulo la hubiera abandonado.
2 comentarios:
Como si se hubiera librado, por fin, de su chulo.
Y ciertamente lloró de manera desconsolada, para sacar junto con sus lágrimas el mal sabor de su pasado,y hacer de cuentas que era libre; libre de su maldito chulo.
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